En la entrada norte de La Araucanía, a la vista de quienes transitan por la Ruta 5 Sur, se alza una estructura que ha desafiado al tiempo y al progreso: el Viaducto del Malleco. Con su característico tono amarillo y su silueta imponente, este puente de acero —activo desde fines del siglo XIX— está más cerca que nunca de aspirar a un reconocimiento mundial: ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este ambicioso objetivo está siendo impulsado por el Servicio del Patrimonio Cultural, que ha comenzado a coordinar una serie de mesas de trabajo con comunidades, autoridades locales, EFE (Empresa de Ferrocarriles del Estado), municipios y otros actores clave. La primera de estas reuniones se llevará a cabo esta semana en Collipulli, la comuna que ha sido guardiana de esta joya de la ingeniería por más de 130 años.
Un puente con historia y futuro
Construido en 1890, el Viaducto del Malleco fue en su tiempo una de las obras de ingeniería más modernas de América Latina. Con una altura superior a los 100 metros, su figura es símbolo de una época de avances ferroviarios y también del esfuerzo humano por conectar territorios y culturas en un país de geografía extrema.
Hoy, sigue siendo una parada obligada para turistas y visitantes, un lugar donde la historia se mezcla con el vértigo de las alturas y la admiración por el legado arquitectónico.
El camino hacia la Unesco
Convertirse en Patrimonio de la Humanidad no es un proceso simple. De hecho, requiere años de trabajo y una inversión significativa. Según estimaciones del Servicio del Patrimonio, la elaboración del expediente técnico que exige la Unesco podría tardar hasta tres años y costar entre 500 y 600 millones de pesos.
Roberto Concha, director regional del Servicio del Patrimonio, indicó que el viaducto ya figura en la lista tentativa nacional, un primer paso formal en este tipo de postulaciones. Sin embargo, recalcó que el respaldo ciudadano y político será clave para que la iniciativa avance.
En esa línea, la presidenta de la Comisión de las Culturas del Consejo Regional, Mónica Rodríguez, manifestó su apoyo, destacando el impacto positivo que este reconocimiento podría tener no solo para Collipulli, sino para toda la provincia de Malleco y la Región de La Araucanía.
Un símbolo que une
Más que una estructura de acero, el Viaducto del Malleco representa una conexión simbólica entre el pasado y el futuro. Su eventual ingreso al selecto grupo de Patrimonios de la Humanidad sería un hito cultural para Chile y una oportunidad para posicionar a la Araucanía en el mapa mundial de la historia y la ingeniería.
Mientras tanto, las reuniones, el diálogo y el trabajo técnico comienzan a tomar forma. El sueño de ver al Viaducto reconocido por la Unesco está en marcha, y con él, la esperanza de que La Araucanía siga proyectando al mundo su inmenso valor patrimonial.